8 julio 2021

12 lugares de ensueño que no te puedes perder en Cataluña

El verano ya ha llegado y, si todavía no has decidido a dónde ir estas vacaciones, es hora de hacerte la gran pregunta:

¿Mar o montaña? 

 

Atención: la buena noticia es que no hace falta que vayas demasiado lejos para tenerlo todo. Este año en que el turismo nacional será el protagonista frente a los largos viajes al extranjero, te proponemos 12 lugares de ensueño que quizás no sabías que existían ¡y están en Cataluña

 

Siurana: peñascos, pantano y arqueología

A una hora de Tarragona, en lo alto de un peñasco al sureste del Priorat y tras un camino de sinuosa carretera, se encuentra Siurana, una sorpresa inesperada en esta comarca vinícola. Vale la pena subir hasta allí por sus vistas panorámicas de la Sierra de Montsant. También por la románica iglesia de Santa María o los restos arqueológicos del castillo del walí Almira Alemoni. Los amantes de la escalada tienen hasta 1.600 vías en las montañas que rodean el pueblo. Y la excursión imprescindible es la que lleva al pantano del río Siurana, donde se puede practicar iniciación al piragüismo y al kayak o barranquismo.

 

Cala de Culip: rocas irreales y ánforas romanas

A poca distancia del faro del Cap de Creus, se abre una pequeña cala de tan solo 15 metros, Cala de Culip, a la que únicamente se puede acceder a pie o bien en barco. El paisaje geológico de este lugar es sorprendente por las caprichosas formas que la erosión del viento y del agua ha dado a sus rocas. La cala posee una pequeña playa de arena gruesa. No es extraño sumergirse en el agua y encontrarse restos de ánforas y otros objetos de antiguas embarcaciones griegas y romanas. Es el lugar perfecto también para fondear y para los senderistas acalorados.

 

Cala S’alguer: un secreto a voces

A esta pequeña playa de piedras y fondo rocoso, presidida por las antiguas casas de colores de los pescadores, se recomienda llegar a pie por el camino de ronda desde la playa de La Fosca, aunque también se puede acceder a ella en coche. Cala S’Alguer, Bien de Interés Cultural, es un oasis en mitad de los bosques que llegan hasta el mar, con aguas de intenso color turquesa. Suele estar poco concurrida, aunque es lugar de fondeo de embarcaciones.

 

Gorg del Molí dels Murris: tierra volcánica y aguas turquesa

Pocos más aparte de los vecinos de Les Planes d’Hostoles conocen Gorg del Molí dels Murris, uno de los secretos mejor guardados de este pueblecito de la comarca de la Baja Garrotxa, Girona. Se trata de un territorio volcánico donde destaca el agua cristalina y los frondosos bosques. Se puede llegar en bici por la Ruta del Carrilet o por el sendero que llega a la riera de Cogolls, aunque también está la opción de llegar en coche hasta la riera. Muy cerca hay un lugar igual de recomendable: el Gorg de la Plana.

 

Mont Rebei: vistas de postal al borde de un precipicio

El Congost de Mont-rebei es un desfiladero formado por el río Noguera Ribagorçana a su paso por la Sierra del Montsec, a la que atraviesa de norte a sur. Está ubicado entre las comarcas de La Ribagorça (Aragón) y el Pallars Jussà (Cataluña) y se puede llegar a él andando desde diferentes puntos, aunque el acceso más popular es el de “La Masieta”. Un camino excavado en la roca permite recorrer todo el cañón al borde del precipicio y disfrutar de vistas de postal que nos dejarán con la boca abierta y harán que no podamos evitar hacer fotos cada dos pasos.

 

 Cadaqués: donde el tiempo se detiene

A Cadaqués se llega tras 15 kilómetros de carretera zigzagueante, 30 curvas, primero hacia arriba y luego de bajada. En esta localidad de l’Alt Empordà todo está cerca: desde el paseo marítimo hasta el centro hay un corto paseo. Allí descubriremos las callejuelas estrechas y empinadas, las casas blancas con puertas azules y buganvillas o la iglesia de Santa María. Desde su mirador se puede contemplar la espléndida vista de la bahía y del islote Es Cucurucuc. Dos calas destacan en Cadaqués por su comodidad y agua limpia: Sa Conca y cala Cullaró. A pie llegamos a las calas y a Portlligat, donde vivió Salvador Dalí. Visitar su mágica casa museo es imprescindible.

 

Cala Futadera: la playa más virgen de Tossa de Mar

Futadera se encuentra en uno de los pueblos más bonitos de toda la Costa Brava, Tossa de Mar, en la carretera que une esta localidad con Sant Feliu de Guíxols y es una playa completamente virgen. Está rodeada de rocas, acantilados y bosques de pinos hasta la orilla del mar y sus aguas son cristalinas. La mejor forma de acceder hasta allí es a pie. El aislamiento y el silencio invade todo el arenal de Sa Futadera.

 

Aigüestortes y Sant Maurici: montañas y prados

Lake in the Pyrenees Natural Park. Lleida, Catalunya

Ubicado en la parte central de los Pirineos, el paisaje del Parc Nacional d’Aigüestortes y Estany de Sant Maurici es de alta montaña, ya que gran parte del territorio de casi 41 hectáreas está a más de mil metros de altura, con picos que superan los 3.000 metros. Te sorprenderán los valles con prados verdes, los lagos de origen glaciar, los macizos de roca, como Els Encantats y los bosques protegidos de flora y fauna salvaje.

 

Lago de Banyoles: belleza y calma entre montañas 

El lago de Banyoles, el más grande de Cataluña, es un ecosistema formado hace 250.000 años. Podrás disfrutar de un paseo en barca y contemplar su belleza, practicar deportes como el kayak o intentar ver al “monstruo” que, según cuenta la leyenda, vive en sus aguas.

 

Castillo de Cardona: la Edad Media desde dentro

De estilo románico y gótico, este castillo es una fortificación medieval ubicada en un lugar privilegiado y de dimensiones considerables, escenario de diversos acontecimientos históricos. Destaca la torre de la Minyona, del siglo XI, y la iglesia de Sant Vicenç, en muy buen estado de conservación a pesar de sus casi mil años de historia. Podrás alojarte en el Parador de Turismo que ocupa una parte del castillo.

 

Aiguamolls de l’Empordà: el paraíso de las aves

Protegidos como Parque Natural, los Aiguamolls ocupan cerca de 5.000 hectáreas y acogen gran variedad de aves, más de 300 especies, de las cuales 82 viven permanentemente entre estas lagunas y dunas, como las cigüeñas, que no se pueden ver en ningún otro lugar del país. El parque natural está repleto de caminos señalizados para ir de excursión y con numerosos miradores para disfrutar de una visión panorámica del paisaje, como la torre Sennilosa, antiguo almacén para el proceso de secado del arroz, que mide 22 metros de altura.

 

Peratallada: lugares donde no ha pasado el tiempo

Unos pocos kilómetros hacia el interior del Empordà, encontramos hermosos lugares que han conservado su encanto siglo tras siglo. Peratallada es buen ejemplo de ello: está declarado conjunto histórico-artístico y merece mucho la pena deambular por sus calles tortuosas y descubrir su castillo fortificado. Además de su riqueza patrimonial, la facilidad de acceso y el buen clima, hacen del pueblo de Peratallada un lugar ideal para pasar unas vacaciones en familia. Su oferta gastronómica es destacable (hay un restaurante a cada cuatro pasos). Obligatorio llevarse un souvenir de su oferta artesanal.